lunes, 13 de enero de 2020

LA TRAGEDIA DEL "WARSPITE"

Entre los muchos sucesos bélicos acaecidos durante el mes en curso en los diversos frentes que recorren la geografía de la heroica y torturada Polonia, queremos destacar especialmente uno que ha tenido como protagonista a un baronet inglés que responde al nombre de Sir George Summerscale, quien ha tenido a bien relatar los pormenores de las tribulaciones acaecidas a su persona después de escapar providencialmente de las garras de la muerte, a nuestro corresponsal en Polonia
.Como nuestros lectores saben Polonia es actualmente el teatro de una feroz contienda que no solo enfrenta a las tropas del Kaiser contra las del Zar, sino también a diversas bandas armadas equipadas con tecnología moderna, que no tienen el menor reparo de alquilar sus servicios a cualquiera de los contendientes en pugna, siempre y cuando se les pague espléndidamente tal como en la antigüedad el Gran Rey Persa remuneraba a los mercenarios griegos que acataban sus órdenes.
.Y precisamente el protagonista de esta nota, míster Summerscale es una singular mezcla de empresario y aventurero que costeó la fabricación de su propia nave aérea en las usinas inglesas antes de emprender el vuelo hacia el este de Europa, en busca de un escenario bélico en el cual pudiera ser necesarias las portentosas cualidades militares de un artefacto semejante.Sin embargo, no vamos a detenernos en describir las virtudes o defectos de la extinta nave volante "Warspite", más bien contaremos en los entretelones del espectacular ataque suicida que emprendió la nave antes mencionada contra uno de los más poderosos trenes blindados que recorren lo que queda de la red ferroviaria polaca, la cual se encuentra seriamente dañada a consecuencia del galopante conflicto que se vive dentro de sus confines.
 Según afirma Summerscale, quien logró salvarse de la catástrofe en la que se vio envuelta su querida nave saltando en paracaídas antes de que impactase contra el tren, la idea del ataque suicida salió de la tortuosa mente de su segundo Herr Wilhelm Stiglitz, un tipo mediocre cuya desmedida ambición le hacia suponerse merecedor de la gloria más excelsa, aunque " la medianía de sus capacidades siempre desmintió el altísimo designio que el mismo se había trazado" ( aquí citamos textualmente las palabras de Summerscale, las cuales recogimos en forma taquigráfica en nuestra libreta de apuntes)
La contundente aseveración del propietario de la nave siniestrada nos hizo preguntarle si tenía alguna idea de cómo Stiglitz había logrado hacerse con el control absoluto de la nave, pues realizar una maniobra de colisión implicaba no solo tener nervios de acero sino una absoluta convicción de que el sacrificio a realizar se vería coronado con la destrucción de su objetivo.En este momento, míster Summerscale prefirió no responder directamente y más bien nos dio a conocer una extraña historia los cuales asumimos como una especie de "explicación" a la cadena de sucesos que culminaron con la colisión del "Warspite" con el tren blindado antes mencionado.
"Cierta vez después de ganarle nuevamente la partida de ajedrez que siempre disputábamos en la cabina de mando, se me ocurrió mandar a revisar, de manera discreta, el camarote de Stiglitz, tenía la idea preconcebida de encontrarla repleta de libros sobre esa materia y simplemente quería corroborar esa presunción para tranquilizar la ansiedad que, le confieso, siento hacia ese asunto; sin embargo, las cosas no se dieron de ese modo, y mi ansiedad se disparó hacia la estratosfera: pues mis espías encontraron no fueron libros sino una gran cantidad de muñecos con forma humana, vestidos con un sucinto atuendo que imitaba toscamente el uniforme de los miembros de la tripulación; según me dijeron el número de muñecos hallados se correspondía casi exactamente con la cantidad de hombres que servían dentro del " Warspite", con una sola excepción: yo mismo"
"Si bien en ese momento me pareció extraño que Stiglitz dedicase sus horas de ocio a confeccionar esos muñecos, deje pasar el descubrimiento como una inofensiva excentricidad sin consecuencias, pero nadie pensó que los usaría para jugar, no de manera infantil por supuesto, sino con el método y la paciencia que un general le pone a la mesa de operaciones donde están representadas las unidades que se disponen a librar la lucha, es más no contento con hacer esto realizaba todas sus pantomimas enfrente de un espejo que servía como testigo de este incomprensible rito, cuyo sacerdote no era otro que el oficial Stiglitz"
El uso de esta palabra nos hizo preguntarle si había usado de una manera consciente. Summerscale lo pensó un poco y respondió afirmativamente, pues viendo las cosas con detenimiento la silenciosa repetición nocturna de la ceremonia hacía pensar que se trataba de un rito pagano que perseguía un fin ciertamente inconfesable que él no alcanzaba a comprender, aunque tal vez lo intuía y no se sentía capaz de darle sustancia apelando a sus propias palabras.
Sin embargo, la labor de un periodista siempre es ir tras la verdad, ahí donde la huele, y para el caso presente, esta se encontraba ahí, esperando ser enunciada por boca del entrevistado, pero Summerscale se mostraba renuente a sumergirse en sus recuerdos, temiendo quizá revivir de manera gráfica una trágica experiencia que le había costado la vida a la mayor parte de la tripulación que servía dentro del "Warspite"La visible tribulación de mi entrevistado me suscitaba un poco de pena, pero era mi deber seguir espoleándolo con preguntas para que se atreviese a decir lo que nuestros lectores querían saber sobre la tragedia que había envuelto a su nave.
Summerscale no era fuerte, o no estaba en uno de sus mejores días, y cedió quizá porque quería librarse de mi acecho, o tal vez porque simplemente ansiaba deshacerse del secreto que protegía con su silencio."
 Esta bien, le diré lo que paso después que lanzamos nuestros aviones contra el tren, aquel fue el último intento de lucha racional que hicimos, lo que sucedió luego es obra de un loco, pero todo ocurrió tan repentinamente que no pude hacer nada para torcer el destino, es más creo que nadie estaba en condiciones de hacerme caso pues todos se hallaban en una especie de trance, durante el cual solo podían oír la voz del ser que seguramente los estaba manipulando a distancia, justamente como si fueran los juguetes de un niño aburrido que quiere controlar el destino de las cosas a su antojo; justo en ese momento el " Warspite" entró en curso de colisión contra el tren, yo me arrojé en paracaídas a sabiendas que nadie seguiría mi ejemplo contagiados como estaban por un súbito deseo de morir en aras de conseguir la gloria u otra cosa menos evidente a la comprensión humana"
Hasta aquí las declaraciones vertidas por el más conspicuo sobreviviente de esa acción de guerra, y aunque por razones de espacio damos zanjada la cuestión, eso no obsta para que el lector saque sus propias conclusiones sobre lo sucedido a la tripulación del "Warspite".

2 comentarios:

  1. El que más me gusta hasta ahora de la serie. Es impactante y lleva al lector a querer saber más sobre ese personaje capaz de controlar a la gente a su antojo, sobre ese mundo alternativo, su tecnología y su historia.

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